Cuando nos transformamos no dejamos de hacerlo nunca. Cambiamos. No completamente, pero nos adaptamos más o menos a nuestra nueva forma o a nuestro nuevos sentimientos. Lo más difícil en este proceso es dejarse llevar y permitir que ocurra. Hay un momento y un lugar para cada cosa. Un momento en la vida para ser alguien, y luego una vez pasado una oportunidad para transformarse en alguien más. Y si tenemos suerte, hay también un momento para amar a una persona y, como es de esperar, ser AMADA.
Tienes razón. Hay un momento para cada cosa en la vida. A veces amamos y nos sentimos amados. Esa sensación no se puede comparar con nada más. Es única y, para mí, la mejor de todas.
ResponderEliminarPero también, y aunque nos duela, pasamos momentos en los que el amor duele por no ser correspondido o porque se ha marchitado. Y, aunque sea difícil, debemos acostumbrarnos a esa sensación y pensar que quizás un día desaparezca.
Muchísimas gracias por pasar por mi blog y comentar. Ojalá y lo sigas haciendo. De hecho acabo de actualizar, así que si quieres darte una vuelta y decirme lo que te parece estaré encantada.
Un besito muy fuerte!! =)